El horizonte del mayismo oficialista

Dos niños juegan a la orilla de un cenote, ninguno sabe nadar, en un descuido, el primero resbala y cae al agua, en su desesperación y pataleo en vez de acercarse a la orilla, avanza hacia el centro donde por suerte encuentra un trozo de chakaj en descomposición que apenas logra sostener su peso sin deshacerse; así se mantuvo a flote.

El segundo niño grita desesperado al papá que estaba a unos cien metros del cenote, éste viene como relámpago y sin recordar que tampoco sabe nadar se lanza al agua para “rescatar” al niño que apenas flota, asido de la madera a punto de descomponerse.

El golpe que se da en el agua y la fuerza que pone sobre la madera al tocarla la termina de despedazar y ambos pierden la vida.

Esta anécdota nos puede servir para abordar lo que pasa con la lengua maya en estos tiempos. Desde la Conquista, pasando por la Colonia, la Independencia y la Revolución, la lengua maya ha sido ridiculizada, perseguida, prohibida, y olvidada en muchos pueblos de la Península. Sin embargo, desde 1992 cuando el mundo conquistador y colonizador quiso celebrar los 500 años de dominio sobre los pueblos indios de América, logran con esa intención, un nuevo despertar del color de la tierra: se escucharon miles de voces originarias que exigimos respeto a nuestra identidad, cultura y lengua.

Dos años después el EZLN irrumpió en el sureste mexicano reivindicando nuestros derechos históricos entre ellos el de hablar y divulgar con libertad nuestra lengua, así se firmaron los acuerdos de San Andrés Sacamchem con lo que se inaugura una nueva época para la lengua maya entre otras.

Aparecieron iniciativas en distintos sentidos, como por ejemplo enseñar maya en las escuelas, elaborar libros en lengua maya, convocatorias a certámenes de poesía y literatura maya, escuelas de interculturalidad, etc.

El problema radica en que muchos de los salvadores de la lengua lo hacen por una disposición oficial, por una oportunidad de ganar unos centavos en los certámenes o para encontrar un empleo como docente en el subsistema de educación indígena o bilingüe.

La motivación no es de quien se propone conservar y reivindicar la cultura maya, entonces, muchos de los que se proclaman promotores de la lengua maya la ahogan en el cenote del olvido cuando usan categorías occidentales para encontrar similitudes entre el español y la lengua maya. Así realizan traducciones como Ma’alob k’iin, equivalente según de “buenos días”.

En maya, culturalmente decimos “bix a beel” que significa ¿cómo está tu camino? Es el saludo culturalmente correcto. Quien es promotor de la lengua maya y desconoce la cultura es como el adulto que quiere salvar al niño en peligro de ahogarse, al lanzarse a rescatarlo termina por ahogarlo porque carece de la cultura apropiada, no sabe nadar.

Lo anterior trae a colación otra anécdota: Llega el joven profesor a la comunidad maya de apenas 500 habitantes, entra muy entusiasta al pueblo y encuentra a una abuela como de 75 años regresando de moler su nixtamal para hacer sus tortillas, éste le dice: ma’alo k’iin. Ella le contesta desconcertada ba’ax ka wa’alik cha ts’uul, tu’ux a taal; saatlech wáa. Teen túumben aj ka’ansajen, reviró él; jaaj beyo’ jach paalech, dijo la abuela. Como es de notarse no hay comunicación entre estas personas aunque el primero cree que habla la lengua maya; la abuela se retira diciendo ma’ in wojel ba’ax ku kaxtik le j xi’ipala’, k’as jela’an u t’aan, ma’ tin jach na’atik ti’.

Es importante anclarse en la comunidad maya y mayahablante para convencerse que si se le saluda a una abuela con el “ma’alob k’iin” no le va a contestar en el mismo sentido porque no es su cultura o tal vez conteste con un “bix a beel”. La nueva oleada del intelectualismo maya ya tiene muchas fotos en foros de no mayas, en universidades, en certámenes, etc. Creo que les falta tener algunas con las comunidades, quizá eso ayude a descubrir si sus propuestas corresponden a nuestra cultura o quizá son algunos romanticismos blancos.

Quienes escriben poesía deberían analizar si escriben poesía maya o poesía en español traducida al maya. Es cierto que si se hace para ganar un certamen oficial, es importante ganar el palomeo de los jueces que por lo general no son hablantes de la lengua maya o indígena. La lógica no-lógica que establecen, es “que si suena bonito en español, entonces en maya sonará mejor”. La trampa consiste en que se escribe en español para que suene bonito, pero al leerlo en maya no corresponde culturalmente porque dicen en maya lo que piensan en español, cuando debería pensarse y expresarse en maya, sin traducción al español para que los jueces puedan tener una apreciación más objetiva.

Salvar la lengua maya del olvido, del racismo, de la marginación y de la satanización requiere de un compromiso mayor que decir palabras en maya, es importante regresar a las y los mayahablantes de las comunidades para aprender la lengua desde la propia cultura, entender sus metáforas, revisar la historia de sus expresiones, preguntarles por los significados de los nombres que le han dispuesto a cada ser, a cada acto, a cada mirada, a cada sueño, a cada forma de vida.

Necesitamos un instrumento muy bien hecho para ir a pescar sin sacar al pez de su casa.

Maaya

Para citar este texto:

Uc Be, Pedro. «El horizonte del mayismo oficialista» en Revista Sinfín, no. 18, julio-agosto, México, 2016, 11-13pp. ISSN: 2395-9428: https://www.revistasinfin.com/revista/

Pedro Uc Be
Pedro Uc Be

Es maya, nacido en Buctzotz, Yucatán, México, trabaja por la reivindicación de la cultura, la lengua y la defensa del territorio maya.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *