Santa. Donde el día se torna oscuro

Gamboa, Federico. Santa. Ciudad de México: Editores Mexicanos Unidos, 2014, 206pp. ISBN 978-607-14-1364-2.

Barro fui y barro soy, mi carne triunfadora se halla en el cementerio.

Con una dedicatoria desde ultratumba da inicio esta novela. Propia del romanticismo, pero con dotes del naturalismo y realismo que ya comenzaban a tener auge en el final del siglo XIX. Santa nos relata su propia historia, que es permeada por el engaño, la desilusión y la decepción que produce un mundo vicioso, adicto al alcohol, a las mujeres y malas costumbres.

Cuando reí, me riñeron; cuando lloré, no creyeron en mis lágrimas, y cuando amé, ¡las dos únicas veces que amé!, me aterrorizaron en la una y me vilipendiaron en la otra. Cuando cansada de padecer me rebelé, me encarcelaron; cuando enfermé, no se dolieron de mí, y ni en la muerte hallé descanso; unos señores médicos despedazaron mi cuerpo, sin aliviarlo, mi pobre cuerpo magullado y marchito por la concupiscencia bestial de toda una metrópoli viciosa…

Iniciada en 1898 pero publicada hasta 1903, Santa es una de las obras más reconocidas del autor mexicano Federico Gamboa, quien desde pequeño emigró a los Estados Unidos junto a su padre, el general Gamboa, en donde escuchó a través de sus historias el mal momento que atravesaba México por la pérdida de sus territorios. Debido a esto el autor afianzó su patriotismo mexicano, sin dudar, su estilo se enfiló en el camino marcado por Manuel Altamirano, Justo Sierra, y demás escritores, en la consolidación de una literatura mexicana, en aquella nación que aun comenzaba a brotar después de haber conseguido su independencia.

La historia de esta joven prostituta, comienza in media res y conforme avanza la lectura, el autor presenta los comienzos de la historia a manera de analepsis. Es decir que relata dos historias, la del presente y la del pasado. A través de las dos partes que posee la historia, divida en cinco capítulos cada uno, Santa atraviesa el día y la noche de manera peculiar, padeciendo y disfrutando en cada una de ellas.Santa

El relato comienza con la llegada de Santa a un burdel en la ciudad de México, en una noche triste, permeada por la soledad y el desprecio. Esto marca el inicio de una vida nueva, la cual ya no se desarrollará en el día, si no, de una manera nocturna. A partir de este momento Santa no tiene más que resignarse a acoger la noche como una amiga, ya no con miedo o desprecio.

Santa es originaria de Chimalistac, donde ha vivido toda su vida, en compañía de su madre, sus dos hermanos y su perro “Coyote”, los segundos son los encargados del alimento y la economía de la casa después del deceso de su padre, quien en ningún momento de la historia aparece, pues cuando la novela inicia el ya no está. Es un pueblo adornado por la naturaleza inmensa, a través de ríos y los animales el autor nos presenta la hermosura del pueblo.

Por todas partes aire puro, fragancias de las rosas que asoman por encima de las tapias, rumor de árboles y del agua que se despeña en las dos presas. En el día, zumbar de insectos, al sol; en la noche, luciérnagas que el amor enciende y que se persiguen y apagan cuando se encuentran.

El Pedreguero es el sitio favorito de Santa, en ese lugar que solamente tiene comparación con el Edén, la luz del sol no hace más que mostrar la belleza de aquel paraíso que como tal también encierra en sí la fruta prohibida que hace caer en tentación. Es lugar de gloria para Santa pues se ha entregado por primera vez ante un hombre. Pero después se convierte en las tinieblas, donde por placer una vez más sucede y se siente bien, pero después un triste engaño ha dejado a Santa sola en ese infierno y con un ser dentro de ella.

El día ya no es claro, si no meramente opaco pues las desgracias han comenzado a llover sobre Santa, un aborto repentino ante su madre hace que esta se dé cuenta del terrible pecado que ha cometido su hija. Esto no trae más que la desdicha a Santa, quien se gana el deprecio de toda la familia, y no le queda más que huir, lejos de su pueblo. Su única salida: la ciudad de México.

El baile, los hombres y el dinero nunca faltan en una buena noche y mejor cuando es acompañado de Hipólito, el ciego pianista del burdel, a quien Dios le ha cambiado la vista por un gran talento frente al instrumento. Hipo, como le dicen de confianza, se encariña demasiado con Santa, desde su primera noche en el burdel.

Santa se vuelve la predilecta en la casa, los hombres hacen turnos por ella y todos la desean, lo cual le atrae fama y dinero: joyas, buena ropa y cenas en restaurantes caros. La noche ahora ilumina la vida de Santa, el autor nos narra a través de esta el auge que logró tener Santa y lo bien que le comenzó a ir en el negocio de la prostitución.

Tanta belleza y sensualidad hace caer a más de uno. Santa conoce al Jarameño, torero español, con quien se empareja y ahora le toca volver a vivir en el día, ya no como prostituta sino como señora de la casa. Sin embargo, su costumbre a la noche hace que extrañe y tras una serie de acciones, el Jarameño la expulsa de su casa y ella va de vuelta a la casa de Elvira, para volver a la fama que la noche le regala.

Pero no tarda en aparecer un nuevo pretendiente en la vida de Santa. Esta vez se encuentra con el Rubio, hombre de dinero, pero no con buena personalidad. Las constantes discriminaciones hacia ella la hacen caer en los vicios y extrañando la noche, viviéndola en el día. Esta vez de nuevo es expulsada de la casa del Rubio, pero ahora ya no tiene nada, y tanto alcohol la ha dañado que ya no puede ni regresar a la casa de Elvira.

Ya ni el sol, ni la luna acobijan a una pobre prostituta que ha caído hasta lo más bajo, con tal de conseguir dinero y de satisfacerse a sí misma. La novela quedará definida en su último curso por unos dolores que aquejan a la protagonista, quien no hace más que buscar refugio en el hombre que la amó más allá de la vista: Hipólito. Estos dolores son causa de sus vicios y desenfrenos en la vida, que son como el castigo divino en busca de la redención de su alma. ¿Este martirio logrará su cometido?

Federico Gamboa plasmó de una manera espectacular la vida que se experimenta durante la noche en la ciudad de México: vicios, burdeles y desenfrenos de los hombres y demás “parroquianos” esto es lo que dota de realismo a la novela, el naturalismo se encuentra presente al mostrar las peripecias del principio y final que sufre Santa en su entrada y salida a la “vida galante” El romanticismo es propio de las descripciones del pueblo y en los párrafos donde el autor hace alusión al grito de independencia.

Es una novela de tamaño medio, sin embargo, la lectura se vuelve lenta debido a la gran cantidad de descripciones que hasta cierto punto salen sobrando, y la historia se podría leer sin éstas, sin embargo, no hace más que construir a través de nuestro imaginario las escenas, ¿Cómo no querer estar en Chimalistac? O ¿cómo no desear estar a un lado de Santa o al menos poder ayudarla en sus dolores? En la época de un “florecimiento” mexicano a cargo de Porfirio Díaz, esta obra es una crítica excelente para preguntarnos si en verdad México crecía o solamente algunos cuantos y que mejor manera de hacerlo que a través de la historia de las clases más bajas de la sociedad: las prostitutas.

Para citar este texto:

Balam Villanueva, Víctor Manuel. «Santa. Donde el día se torna oscuro» en Sinfín. Revista Electrónica, no. 24, año 5. México, marzo 2019, 40-41pp. ISSN: 2395-9428: https://www.revistasinfin.com/revista/

Víctor Manuel Balam Villanueva

Mérida, Yucatán, México. 19 años. Estudiante de la licenciatura en Literatura Latinoamericana en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *