La función estructural de la familia: Definición y sentido social

Existen muchas formas de entender lo  que representa una familia.

Coloquialmente hablando, una familia, es entendida como la unión de personas como padres e hijos que comparten un espacio físico en el cual viven. Para Ackerman (1988:12) la familia “es el nombre de una institución tan antigua como la misma especie humana. Es una unidad paradójica y evasiva”

Según el diccionario de la Lengua Española, la familia es un: “Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas”, por otra parte también establece que es un “conjunto de personas que tienen alguna condición, opinión o tendencia común”.

La primera definición del diccionario de la Lengua Española, otorga importancia al lazo de sangre, a la unión biológica o genética que existe entre los miembros de una familia. La segunda definición del mismo, abarca la cuestión de la opinión o la tendencia común, es decir: los miembros de una familia que no comparten un lazo sanguíneo, se juntan para compartir cierto modo de vida, de pensamiento y de actuar en la vida cotidiana, lo cual es importante para comprender el tema de las pandillas.

Hasta este momento, se establece una conclusión parcial: la familia puede estar compuesta por miembros que comparten o no, lazos biológicos.

Roudinesco (2006:13,14) para referirse a la familia, establece que: “El carácter de fenómeno universal de la familia, supone por un lado una alianza (matrimonio) y por otro una filiación (hijos), radica entonces en la unión de un hombre con una mujer, es decir, un ser de sexo masculino y un ser de sexo femenino”. La misma autora retoma los postulados de Claude Levi-Strauss cuando expone que para que se dé la existencia de una familia, es necesaria la existencia de dos familias previas una dispuesta a proporcionar a un hombre y la otra a una mujer.

Las dos familias previas, resultan fundamentales para entender el origen de una nueva.

Ésta última aseveración coloca nuevamente la cuestión de la biología en un lugar importante, sin embargo el propio Levi Strauss (1958:47) explica: “un  análisis no debe contentarse con los términos aislados”. Cuando se trata de hablar de una estructura referente al parentesco, no se puede pensar solamente a partir de una familia biológica, si no, de una relación de alianza, es decir, un acuerdo que debe ser establecido entre familias distintas.

La “nueva familia” establecerá reglas y leyes, presentes previamente en cada uno de los padres. En relación a esto, Berenstein: (1991:24) afirma:

Toda familia contiene el conflicto entre dos tipos de vínculos nunca resueltos: los de sangre y los de alianza. Estos parecen acompañar al ser humano en su devenir, a partir de su acceso a la cultura, mediante el establecimiento de alguna ley o regla, de la cual el paradigma es el tabú del incesto, sosteniendo la condición de la estructura familiar.

La familia es, por lo tanto, un intermedio entre la sociedad y el sujeto, en una intrincada entre las personas y la cultura.

En este sentido Losso (2001:55) explica que:

El ser humano es esencialmente un ser cultural. Es inconcebible e inviable fuera de la cultura. Las leyendas de los hombres-lobo solo pueden ser, por lo tanto, leyendas. También, entonces es inconcebible el sujeto humano aislado, fuera de los vínculos que lo constituyen. En este sentido, el individuo no es solo un ser relacionado, sino también, como ha señalado Pichon Riviére, un ser producido desde la cultura.

La cultura ha permitido que exista una familia para el sujeto que se integra a ella, la familia transmitirá la ley al sujeto, lo que se puede y lo que no se puede hacer.

El papel de la familia consiste entonces, en fungir como “ordenadora” de la realidad, mostrar que sí y que no se puede hacer. Establece condiciones esenciales en los seres humanos en torno al respeto por la cultura y reivindica el lazo social.

En la época contemporánea, a nivel de relaciones sociales, de vinculaciones con los otros, algo falla. Parece ser que el lazo social, se encuentra sino roto, al menos muy debilitado.

Parece ser que el la función que ha ejercido históricamente la familia, se ha cumplido pero de manera deficiente en tiempos modernos.

Referencias

Ackerman. N. (1988). Diagnóstico y tratamiento de las relaciones familiares. Buenos aires. Paidós.

Berenstein. I, Bianchi. G.K, Gaspari. R.C, Gomel. S.K, Gutman. J, Matus. S, Rojas. M.C (1991) Familia e inconsciente. Buenos Aires. Paidós.

Diccionario de la lengua española. Real academia española. Consulta en línea el 15/04/2014.

Levi, Strauss, C (1958) Antropología estructural. México. Siglo XXI

Losso, R. (2001). Psicoanálisis de la Familia. Buenos Aires. Distribuidora Lumen.

Roudinesco. E. (2006)  La familia en desorden. México. Fondo de cultura económica. Segunda edición.

 

Moisés Torres López

Psicología Clínico y de la Salud por la Facultad de Psicología de la UNAM. Estudiante de la Licenciatura en Filosofía, en la FFyL y de la Maestría en Docencia para la Educación Media Superior en la FCPyS de la UNAM.

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