Por Nizar Qabbani
Trad. Edgar Daniel Maldonado
Gracias por tu amor
porque él es mi último milagro…
después de que pasara el tiempo de los milagros.
Gracias por tu amor
porque él me enseñó a leer y a escribir
y me dotó con el más asombroso vocabulario
y borró a todas las mujeres… de un solo golpe
y asesinó al más hermoso de mis recuerdos.
Gracias por la profundidad
oh, tú que viniste desde los libros de la alabanza y el rezo
gracias por tu cintura, que vino a la medida de mis sueños y de mis fantasías,
y por tu cara,
que se oculta como los pájaros
entre mis cuadernos y mis agendas.
Gracias, porque tú vives en mis poemas
Gracias…
porque te sientas sobre todos mis dedos
Gracias porque estás en mi vida.
Gracias por tu amor
porque me dio la buena nueva antes que a todos los creyentes
y que me eligió como rey…
y me coronó
y me bautizó con agua de jazmín.
Gracias por tu amor
pues él fue generoso conmigo, me educó
y me enseñó las ciencias de los ancestros
y me heredó con la felicidad del paraíso, sin los habitantes de este mundo.
Gracias por los días de vagancias bajo arcos de nubarrones
y el agua del triste tishrin[1]
y por cada una de las horas de perdición
y por cada hora de serenidad.
Gracias por tus dos ojos
que viajan como si fuesen uno solo
a las islas de violeta y de la nostalgia
por cada uno de los años dorados,
pues, en verdad, fueron los más dulces años.
Gracias por tu amor
pues él es el más leal y el más precioso de los amigos
y es el que llora sobre mi pecho
si el cielo llora.
Gracias por tu amor, pues él es mi abanico
y un pavorreal… y menta… y agua
y una nube rosada que pasó por casualidad
con un destino equitativo
y porque él es la sorpresa en la que quedan perplejos los profetas.
Gracias por tu pelo, objeto de interés mundano
ladrón de todos los bosques de la imaginación.
Gracias por los minutos
en los que tus ojos fueron generosos en esta existencia avara.
Gracias por las horas de temeridad y de desafío
y por cosechar lo imposible.
Gracias por cada año de tu amor
en su otoño y en su invierno,
en su borrasca y su bonanza
y en las contradicciones de su cielo.
Gracias por el tiempo del llanto
y por las temporadas de largo desvelo.
Gracias por la bella tristeza,
gracias por la bella tristeza.

[1] Décimo mes del calendario de Medio Oriente, derivado de la nomenclatura siríaca y que corresponde aproximadamente con Octubre.
Para citar este texto:
Maldonado, Edgar Daniel. «Versión al español de Gracias, de Nizar Qabbani» en Revista Sinfín, no. 3, enero-febrero, México, 2014, 44-46pp. |
Edgar Daniel Maldonado
Traductor del árabe. Amante de la poesía y la filosofía islámica.