Son
los murmullos proféticos
del ayer
las sesenta y tantas
osamentas.
Por forzada resurrección,
se vuelve
agorero
el pretérito
–en las películas,
las mansiones embrujadas
siempre sobre un cementerio indio
se erigen.
Sí, es labor del hombre
abolir
los linderos
entre lo habido y por haber
pero encontrarnos
tan tangiblemente
con lo óseo
sólo enfatiza
que pasearse
por las madrigueras colosales
del tiempo
es una desacralización
que con colapsársenos
sus túneles encima
puede pagarse.
Fémures inmensos,
húmeros
y demás
lo lacustre engulló
para abovedarnos
un memento
a los últimos vástagos
de la creación:
que lo perdido
en la amnesia del será
imperturbable
repose,
porque la nostalgia
no es más
que un hueserío
inconexo
de animales extintos.
Emergiendo
de entre lo que será
la pista de aterrizaje
del aeropuerto de Santa Lucía
los mamuts
laboran
de oráculos.
México, junio 2020
Eduardo Paredes Ocampo
(México, 1989). Estudió letras en la UNAM y actualmente cursa un doctorado en literatura en la Universidad de Oxford. Ha publicado poemas en diversas revistas nacionales e internacionales. Es editor de la revista Romulus en el Reino Unido.