Me parece increíble, que a pesar de los sonados casos de corrupción en España, los timos a los que los ciudadanos nos hemos visto sometidos, la malversación de los fondos públicos, el fraude fiscal de los poderosos y la crisis en general… Ahora aparece la DEFLACIÓN, y aun con todo y eso, sale el flamante Presidente, Mariano Rajoy, a decir que: ¡en España todo está bien!
¡Hombre! Será en su casa, la de sus familiares y sus allegados, porque en la mía, la de mis vecinos, de mis amigos y de algunos conocidos, no es así.
No se puede subsistir sin trabajo, sin dinero, sin el apoyo del gobierno y sin que los bancos te den un respiro a tanto estrujamiento económico.
El hecho está en que cada vez, hay menos trabajo y menos posibilidad de negocio, y lo denuncio públicamente, porque sin trabajo no se puede vivir; porque están ofreciendo una imagen errónea de lo que es la actualidad económica de España. Con su título de primer mundo, creen arreglarlo todo.
Lo cierto es, que los precios de la canasta básica están cada vez más por las nubes, los alquileres y la venta de casas, están por debajo del precio, cotizados en tiempos de vacas gordas, pero claro ¿quién compra casas ahora?, o ¿quién se anima a alquilar?, cuando no hay para pagar todo lo que implica el gasto de un hogar por la falta de trabajo.
La vida sigue, y se tiene que sobrevivir, y “los telediarios” –como se dice aquí– están llenos de noticias desconsoladoras, con huelgas, gobernantes corruptos, el Rey y su hija, el yerno, los banqueros ladrones que engañaron a la gente mayor para quitarles sus ahorros, suicidios por desahucios, más desahucios, banqueros que entran y salen de la cárcel por ser amigos del partido político PP (Partido Popular), jueces que instruyen cargos contra corruptos y que acaban siendo impugnados.
Y, sin embargo, un extranjero pretende abrir un negocio y, antes que nada, hay que pagar impuestos. Esto me recuerda la era Feudal, en donde el pueblo, pese a estar en harapos, y sin comer, pagaba impuestos, para que los reyes, vivieran cómodamente y rodeados de lujos, pues es lo mismo, pero es una era más moderna, en donde además poco a poco, nos vamos acostumbrando, y los movimientos como el 15M y STOP DESHAUCIOS, ya no están de moda, ni son el bum de las noticias; nos empezamos a acostumbrar a ver cómo la policía carga contra esta gente que levanta su voz; nos empezamos a acostumbrar a reducir gastos de casa, como las vacaciones, para pagar los impuestos; nos estamos a acostumbrando a ver cómo productos básicos de nuestra alacena, se convierten en productos de lujo, como son la mermelada, los cereales, el yogurt o el chocolate.
Yo quiero detener esto de alguna manera, quiero que se sepa que no estamos de acuerdo con esta imposición de vivir pagando –a todos–, se registra en España, una alta población infantil, de pobreza, donde los niños comen una sola vez al día –y siempre lo mismo– lentejas o macarrones, e incluso los padres sólo beben agua o café. Y lo niegan en la televisión. Pues yo me niego a ser una más que gira la cabeza para no ver lo que hay a mi alrededor, yo me niego a hacer de la vista gorda, cuando yo misma, desde mi casa, tengo que hacer malabares para continuar sobreviviendo.
Me niego a ser parte de esta seudo-democracia, en donde se nos quiere callar, en donde el mundo está al revés, en donde se nos estruja económicamente y, sobre todo, me niego a que todo esto sea una costumbre en mi supervivencia.
No es que nos levantemos en guerra civil o revolución, que no estaría mal, pero como todo lo justo es delito y lo injusto es legal, pues hay que cambiar esta nueva forma de vivir.
Sé que esto no es exclusivo de España, sé que sucede en México, Portugal, Grecia, y muchos más países, así que mi propuesta es no acostumbrase, quejarse, utilizar las leyes a nuestro favor, y no ver pasar la vida, y sufrir por ello.
Es lamentable que, en mi generación, tengamos un futuro a corto plazo negro, es lamentable que nuestros hijos tengan un futuro inexistente. Quizás es muy fatalista de mi parte, pero quizás remueva alguna conciencia por ahí, y entre más voces seamos, seguro lograremos un cambio.
No seamos tolerantes con la corrupción, con el hambre, con los políticos; no seamos tolerantes con nuestra propia agonía, no seamos tolerantes con nada injusto, porque la vida sigue.
Hasta otra.
Lucy Alonso
Soy mexicana, resido actualmente en España, mi nivel de estudios es Licenciatura en Administración de Empresas, soy empresaria, y me encanta escribir sobre las anécdotas que he tenido en mi vida, porque soy joven y tengo mucha experiencia de vida, he viajado mucho, me dedico a las exportaciones y he conocido a miles de personas por el mundo.