El llamado de los Titanes

Sentado en su trono de oro, Odín contemplaba con firmeza el mundo desde las alturas. Luego de unos instantes, llamó a sus dos cuervos, Hugin y Munin, con un leve silbido y les encomendó una misión. Hugin, entonces, voló desde los dominios de su amo hacia el oriente y cruzó los aires hasta el monte Olimpo, mientras Thor retumbaba en los cielos con gran fuerza. Munin, por su parte, cruzó raudo el mar hacia el occidente. En el trono que le usurpara a su padre Cronos, Zeus recibió al primer cuervo, escuchó la misiva y mandó llamar a Iris, la mensajera de los dioses. Ésta voló deslizándose por el arco de colores y llegó ante el soberano Amón, el cual estuvo de acuerdo y mandó enseguida a Horus más al sur, hasta donde Mulukú, quien también atendió al llamado. Después envió a Osiris más al oriente, al territorio de Ahura y Mitra, quienes asintieron y enviaron a su vez mensajeros hacia el trono de Baal y Moloc, terminando la travesía ante la presencia de Marduk.

Munin, el otro cuervo, llegó y se posó en la mano de Huitzilopochtli, frente a la mirada firme de Quetzalcóalt. Los dos dioses escucharon al mensajero y estuvieron de acuerdo. De inmediato mandaron al águila hacia el norte y al quetzal hacia el sur. Aquélla cruzó desiertos y nevados, y llegó ante la presencia de Siñ, luego donde Gluskap y Malsum, después atravesó los aires hasta los dominios de Hi’nun, Ictinike y Atius Tiráwa. Finalmente, agotada, se posó en los hombros de la diosa Sedna, quien también atendió con reverencia. El quetzal, por su parte, llegó y se posó sobre el hombro de Bochica, y luego se encaminó hacia los reinos de Uira Cocha, Manco Capac y Pachacamac, quienes al instante asintieron. Todos los dioses atendieron al mensaje de Odín y en el día señalado emprendieron camino; unos sobrevolando el mar, otros sobre desiertos y selvas, con todo su séquito y ejército de divinidades y héroes. Y pusieron sitio al lugar en donde Dios y Satanás, aliados por las circunstancias, junto con sus ángeles y demonios, se encontraron rodeados.

 

Para citar este texto:

Ríos Bonilla, Guillermo. «El llamado de los Titanes» en Revista Sinfín, no. 1, septiembre-octubre de 2013, México, 50p.
https://www.revistasinfin.com/revista/

Guillermo Ríos Bonilla

Nació en 1976 en Colombia (Florencia – Caquetá), y en el año 2004 se naturalizó mexicano. Es Licenciado en Filología Clásica por la Universidad Nacional de Colombia y Maestro en Letras Clásicas por la UNAM. Ha trabajado como profesor, investigador y corrector de estilo. Ha obtenido primeros, segundos, terceros lugares y menciones en diferentes concursos de cuento en Colombia, México y Argentina. Es autor de las siguientes obras de cuentos: Historias que por ahí andan, Los vástagos del ocio y Burbujas de aire en la sangre.

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