(Fragmento de novela inédita)
—¿Qué quiere señora? ¿Vino a informarme que su querido hijo se fugó con mi esposa? ¡Ni se apure! ¡Ya se le adelantaron! Usted sabe que nunca faltan las personas comunicativas y menos en estos casos. No dejaron pasar la oportunidad, me dieron detalles de todo: me informaron a qué hora partieron, cuánto equipaje llevaban, la minifalda y el escote de la blusa que ella vestía, las zapatillas que llevaba y hasta me dijeron por cual camino seguirlos.
Estaban afuera de la casa, en el corredor, bajo el alero, tratando de protegerse de la lluvia que el viento impulsaba con desorden y a cada instante los golpeaba con más fuerza. El joven seguía gritando, pero la mujer no atendió sus palabras porque lo vio sacar la pistola y apuntarle decidido.
—¡Cálmate Alfredo! ¡No cometas locuras! Yo vine a otra cosa.
—Mejor váyase, doña Rosa, y dígale a su hijo que se cuide porque voy a buscarlo. Les juro que no descansaré ni estaré tranquilo hasta encontrarlo —gritó con ira mientras observaba su pistola—. ¡Qué espera! ¡Lárguese!
—¡Por favor Alfredo, tranquilízate! Yo sólo vine a darte razón de tus hijos.
—¿A usted qué le importan mis hijos? Solamente le importa el suyo, y mire lo que él me hizo. ¿Ahora qué quiere decirme? ¡Hubiera hablado con él!
—Lo hice, pero no me escuchó.
—¡Ah! ¡Pues que hijo de su madre!
Alfredo se acercó un poco más a ella sin dejar de apuntarle, puso el arma en el pecho femenino y rápidamente bajó la pistola con gran cansancio, como si bajara un tremendo peso; tomó con violencia el brazo derecho de la mujer, la hizo girar media vuelta y la empujó por la espalda hacia la calle. Rosa caminó indecisa, esperando el disparo que en todo momento presentía escuchar, aunque lo que escuchaba en realidad era el ruido que hacía el agua al escurrir por los tejados y por los techos de lámina. Instintivamente avanzó pocos pasos, se llevó las manos al rostro, limpió sus ojos y al final se tapó los oídos.
Para citar este texto:
Victoria, César Luis. «Me llevo la ventana (fragmento de novela inédita)» en Revista Sinfín, no. 23, año 4, México, marzo 2017, 27p. ISSN: 2395-9428: https://www.revistasinfin.com/revista/ |
César Luis Victoria
Nació en Tuxpan Veracruz, muy joven emigró a la CDMX, actualmente reside en Ecatepec de Morelos Estado de México. No se considera escritor sino trabajador, pues ha laborado en empresas siderúrgicas, metalmecánicas y de alimentos. No obstante, ha escrito un volumen de poesía y una novela inéditos, actualmente trabaja en una colección poética y otra de cuentos.