Viene desgranándose, cayendo,
a punto de volverse regolito,
silencio lejano y mineral
oculto en el velo de plata de la distancia,
inadvertida sensación de ardiente oscuridad.
Ebrio de sudor y cansancio,
plantas cortadas por el trayecto a ningún sitio
(¿o a sus sueños?),
se inclina cada vez más agudo hacia la tierra
donde, tanto él como su próxima cama,
se retuercen de un calor que resquebraja y que comprime.
Como piedra él y como aliento de volcán
que se arrastra tierra dentro y cuesta abajo,
su cabello siente el último peinar de aire
como si fuera lengua de agua hirviendo;
y el tomento vaporoso que fue algún día su piel
se rompe al tórrido tacto laminar de la frontera.
Ya que caiga, ya que fosilice
podremos lamentar
que perdimos otro hermano.
Jesús Antonio González Galindo
Jesús Antonio González Galindo. Nací el 3 de Julio de 1996. Vivo en Texcoco, Estado de México, mero ahí donde se canceló un aeropuertote. Estudio biología en la UAM-Iztapalapa y simuló que estudió economía en la UNAM. Seguramente me han visto en algún taller, pero no se acuerdan, porque dejé de ir al principio.