Hacía frío en mi boca y en mi pelo,
y las aristas de la soledad cortaban
como un cuchillo hambriento y miserable.
Frío, frío ancestral y nebuloso,
bajo los pasos sordos, desvalidos.
Frío, frío de gélidos salones.
Frío, frío en mi pecho y en mis manos.
Hacía frío de sótano en mi cuerpo.
Frío de catedral abandonada.
Frío de minutero reincidente.
Frío, cuando dormía por los ecos
de un tiempo extraño y húmedo y sombrío.
Frío de vegetales y de escarcha…
Y hacía tanto frío que quemaban
los ojos al mirarme y al perderse
adonde todo invierno se abandona.
Isabel Bermejo
Isabel Bermejo Calle. Licenciada en Filología española (Univ. de Granada, España). Experta Universitaria en Animación a la lectura, por la UNED (Madrid). Docente y bibliotecaria escolar. Autora del blog “Lapicero Mágico (lectura y escritura creativa infantil y juvenil)”. Colaboradora en revistas como Boolino, Libro Abierto y Escuela española. Leo y escribo desde la niñez. Y siempre llevo un libro por sombrero.