Maniactus

El maniactus no posee arco ni garras. Observa a sus presas, les hace saber que está presente en todo momento. No se mueve con sigilo ni se oculta. Nunca muestra sus dos caras, pues le gusta confundir al enemigo.

Con sus más de trescientos y diminutos ojos amarillos registra cada movimiento, no hay ruta que no conozca, ni rumor o burbuja que no perciba.

El maniactus es un ser solitario, sin forma fija. Lo mismo da que vista de gris o de rojo, si su pelaje es largo o corto, ya que nadie puede dejar de ver sus temibles ojos amarillos.

Desde la soledad de su nido se teje con sus propios brazos un manto que nunca lo ha de cubrir del frío.

(Poema de la primera parte de Bestiario)

Maniactus

Ivonne Vira

(Puebla, 1988). Estudió Lingüística y Literatura Hispánica (BUAP). Becaria en la categoría de Poesía en “Los signos en rotación Festival Interfaz del ISSSTE Puebla 2014”. Autora del libro de cuentos Usted quería saber (BUAP, Col. René Avilés Fabila Puebla, México 2014). Promotora de lectura en Comunidad Comelibros.

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