Poemas irresponsables

Cada puente es una herida
que las fronteras aplauden

Jurados declararon desierto
el gran premio de popo-esía
y bailaron desnudos un ojo del wiskie
en un Country Club
y cayó en su gran apagón más apagado
Caracaya

Ha muerto el petróleo en su poceta presidencial

Viejos poetas acosan a nenas poetas
en un festival
y nenas poetas acosan a quienes
no leen siquiera
la prensa hidráulica

La poesía viene bajando mucho de precio y de ruleta

Los anti-poetas son los poetas
más anticuados del jardín
y llevan las de ganar
por desfachatez
un manicomio azul

Sabina declama bajo la rocola
De un bombero manco:

Los cojones del Quasimodo eran princesas

Pintó Pereira con artritis la medialuna
de una mujer con bigotes
tras vaquitas de José Gregorio
“el curador”
en un Guanábano Porceline

Y un landro le gritó a lo lejos:
No te pongas Popy
que te doy pa´ los caramelos

La poesía virtual electriza
a cualquiera con emoticon
en cable directo
a la sien

—Orad hermanos el neo-liberalismo amarillo
orad hermanos la dictadura del proletariado
bienaventurados el dios de la policía
y Mazinger Z

dijo un Metro-Police
en su catedral televisiva

Dejé caer 7 gotas de tequila
por los muertos
e incendié un billete
de Bolívar con VIH

Alucino secuestrando el papamóvil
inundado de jamones, vino, joyas y ropajes dorados
entre el caviar
y los billetes verdes

Me es inexorable volcar el carrito por los rastrojos
donde sobreviven agujereados por el hambre
los leprosos, las jineteras, el trans-mayor,
y la jauría de perritos que llevan de sus colas
a los perdedores del póker de la vida

Me es circunstancial el aullido de la tempestad
a destiempo

El mar con hambre ha vuelto a salar todo

Tengo sed de borrar los silbidos
de un petroglifo en celo

Tengo hambre de anestesiarme
en las estatuas de un pájaro sin nido

Rezas como un ave blanca
hundiendo en el fuego
el libro del Papa
con gomorras negras

Dices amén ante el esqueleto hueco
de un dios de juguete

Caen de espaldas
las gargantas de los dinosaurios
en el columpio desnudo
donde el cromagnon
me enseñó a hacer fuego

«Yeztli». Fotografía de Noé Zapoteco.
Ender Rodríguez

(San Cristóbal - Venezuela. 1972). Escritor y artista multidisciplinario. Licenciado en Educación Integral. Ha publicado: Cantos del origen (2001, CONAC); El sofá de Beatrice (2006, CENAL); Primavera cero (IPASME, 2007); Creactivo I (BARIQUÍA, 2007); Rabo de Pez Nuevos idiomas en la creación formato e-book (FEUNET, 2014), Entrecruzamientos (EAE Editorial Académica Española, 2015), Ex sesos y asa res Borrones para textos no tan perversos (CENAL, 2016), El Blues de la Parca -  cuentos grotescos (AMAZON, 2017), Creactivo II (AMAZON, 2017), Poemas Absurdos (LP5 Chile, 2020), y VISO Poesía visual, objetual y collages en Venezuela (SABERULA, 2020),  entre otros libros publicados en internet, y en físico como coautor. http://enderodrigueznomeempoeme.blogspot.com/

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