El día en que volvió,
la casa entera se llenó de un olor a cempaxúchitl
y café.
Todos los grillos,
comenzaron a tocar canciones de cuna,
muy lentas,
como para dormirse para siempre.
Regresó y con él,
el corazón volvió a palpitar,
la sangre volvió a correr
y la esperanza comenzó a fluir,
como río presuroso.
El regreso de él
trajo sol,
nubes grandes,
y lluvia.
Su regreso trajo también,
el canto de la chicharra que llora,
llora con una nostalgia desmedida,
con una tristeza de aquél,
que llora por lo que se ha perdido,
tras la neblina.
Sí
Con su regreso,
trajo también,
su partida.
Para citar este texto:
López García, Nadia. «Regresos» en Revista Sinfín, no. 14, noviembre-diciembre, México, 2015, 20-21pp. ISSN: 2395-9428. |
Nadia López García
Nació en la Mixteca de Oaxaca en 1992. Su vida ha sido un ir y venir entre los campos de fresa en San Quintín Baja California hasta la gran ciudad del Distrito Federal, donde actualmente radica. Estudió la Licenciatura en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ha escrito poesía en mixteco y español en diferentes revistas nacionales e internacionales. Actualmente es becaria en el área de Poesía de la Fundación para las Letras Mexicanas.