Qué pasará cuando la música me escale,
y suene sobre mi cadáver,
como si nunca nos hubiéramos encontrado.
Cómo será cuando el día esté seco
y esté solo,
y entonces deje de ser día.
Qué de valiosas tendrán las horas
cuando deje de manifestarlas
con las manos y con la boca.
Qué pasará con el mar cuando se ahogue
conmigo en la tumba,
y se cumpla por fin el pacto del silencio.
Vendrá la muerte
a cumplir la promesa que dejó plantada
cuando la vida apenas se preparaba.
Toda la prudencia,
la medicina y la cautela,
las muertes malogradas
habrán sido en vano.
Y la vida seguirá corriendo,
huyendo como un simulacro.
Cuando mi memoria haya quedado huérfana
y la felicidad sea el fantasma de un fantasma,
cuando todos los que me recuerdan
(y los que me olvidaron)
se hundan en el fuego o en la tierra,
dejaré al fin de existir.
La semilla de la vida cumplirá su destino: se abrirá su única flor.
Brotará la muerte como la primavera.
Angie Gudiño
Angélica Gudiño Aguilar (México, D.F., 13 de julio de 1987) ha colaborado en portales como Garuyo, Dixo, Bizarro y el Periódico Latbc. Le gusta leer, escribir y ver películas de terror.
«La semilla de la vida cumplirá su destino: se abrirá su única flor.
Brotará la muerte como la primavera.» Me encantó esta última parte. Así es.
Curiosidad y miedo siempre se escriben con muerte…¡me encantó!