Tres poemas ilustrados

«Día 20. Arbóreo»
Víctor Argüelles
Tinta y acuarela sobre papel
21.5 x 14 cm.
Año 2020-21

La invención del árbol caído

El árbol se levanta con cada hoja que guarda
la vejez del instante.

Con su edad en la corteza,
aprendió la sequía y el día con flores,
la abundancia colmando el patio de los juegos.

Desde lejos: arbóreos brazos.

Ramificaciones de savia que alimentan
hasta la más delgada punta que, como estrella de Belén
relumbra en lo más alto.

De cerca hay una piel que respira,
que celebra la partícula del Dios omnisciente
que baja a dialogar entre horquetas espaciosas
donde se dibuja el aire.

Si erguido está el templo del sonido,
la casa habitada de insólitos plumajes,
talada tendrá que estar la señal donde se reinventan
las cortezas

que guarda la memoria.

Canto 1. (acantilado)

«Día 28. Acantilado «
Víctor Argüelles
Tinta y acuarela sobre papel
21.5 x 14 cm.
Año. 2020-21

Un sobresalto, y los ojos quedaron expuestos
a la fugacidad de la intemperie.

En el declive, lo visual y lo etéreo se desvían hacia oleajes púrpuras
y sonidos interminables de origen arcaico.

Un halo serpentea los sonidos, y se dirige audaz
a la concavidad donde reposan los tímpanos.

Desviarse de la cúspide hacia el fangoso territorio
donde nadie vive,
fue sacudir engranajes,
moverse entre aire y maleza,
y suspender un halo sobre hojas raídas.

Desde arriba, lo diminuto nos llama,
traza una grandeza efímera de huellas sobre el salitre.

Lo que se disuelve, o lo que se oye venir con acento mudo,
no es el mar ni los resabios del mar,
es el quejido y la abrupta materia por donde caen mis desechos.

Objeto

«Día 31. Paisaje en torno a un objeto contaminado»
Víctor Argüelles
Tinta y acuarela sobre papel
21.5 x 14 cm.
Año 2020-21

Los elementos que se alzan desde una base
no son los muros de la prohibición,
ni gentiles promesas del sistema.

Los elementos: cadenciosas formas pintadas al azar
revientan de color y no son materia incandescente.

En medio del paisaje el objeto yergue su anatomía.
Es el objeto posmoderno,
el laberinto de papel amable a la superficie,
así sea la más mínima arruga del centro del universo,
del hombre y sus pertenencias,
de las pertenecías y su polvo,
del polvo y su bacteria.

El paisaje lo guarda, el soporte lo aloja en su memoria,
y entre sus fibras se reinventa.

El objeto, y no el hombre,
sabe prolongarse;
en su medida yacen los confines,
las finas manchas y las sudoraciones,
las incómodas rebabas del organismo
que se abren como terrones al panorama oscuro
del conducto subterráneo.

Víctor Argüelles
Víctor Argüelles

(Tuxpan, Veracruz, 1973). Es maestro en Estudios de Arte y Literatura por la UAEM Morelos y licenciado en Artes Plásticas por la Universidad Veracruzana. Egresado del Posgrado de Especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX, UAM Azcapotzalco y del Diplomado en Creación Literaria, Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia (INBAL). Autor del poemario Signos de espera (CdMx, 2018). Ha publicado poesía en Sinfín, Opción, Timonel, Nocturnario, El Búho, Periódico poético y Tintero blanco, entre otras. Antologado en Pandemials (Chihuahua, 2021), Raíces a una voz, IV° Encuentro de Poetas y Narradores José Rubén Romero (Michoacán, 2019), A donde la luz llegue, IV° Encuentro Nacional de Escritores Jóvenes Jesús Gardea (Chihuahua, 2018), Los 43 Poetas por Ayotzinapa (CdMx, 2015), Poesía para el fin del mundo (Baja California, 2012) y Animales en su tinta (Chiapas, 2007).

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