“La mudanza de los poderes” de Salvador Gallardo Cabrera

La mudanza de los poderes: de la sociedad disciplinaria a la sociedad de control
Salvador Gallardo Cabrera
Nueva edición (corregida y aumentada)
México, Matadero Editorial, 2021.

Imagen Portada La mudanza de los poderes de Salvador Gallardo Cabrera  editorial matadero (nueva edición)

Christopher Domínguez Michael en su artículo “La mudanza de la tierra” (2015) decía sobre el libro La mudanza de los poderes, en su primera edición de 2011 por la editorial Aldvs, que “nos recuerda que todo está, fatalmente, bajo control”, a lo cual deberíamos preguntar: ¿es así? ¿Estamos, irremediablemente, atrapados entre las redes de las relaciones del poder?

Efectivamente, en el libro de Salvador Gallardo Cabrera, encontramos una línea de cierta fatalidad, pero que no es un designio. Hay fisuras en/ante los poderes, pero, para encontrarlas o para crearlas, es necesario entender cómo se ejercen. Saber que los poderes mudan es entender cómo lo hacen.

Si bien, este libro es un ensayo filosófico, es igualmente una muestra de la mezcla de la filosofía con la literatura, no hay que olvidar que el autor es también un poeta y heredero estridentista de las rupturas semánticas, de ahí que en algunas líneas deban ser leídas varias veces para encontrar los sentidos que se encuentran convexos. Tal vez, por ello, Roger Bartra expresó: “Este libro es un viaje fascinante por el territorio fragmentado y accidentado de unos poderes que se metamorfosean continuamente”. Revisar cómo el poder va mudando, es también un recorrido por un territorio del lenguaje, en donde la literatura puede ir más allá de la filosofía o, mejor dicho, en donde estas fronteras se deberán diluir para recobrar una intención más amplia.

En esta nueva edición, por la editorial Matadero, la portada destaca por el “Salto al vacío”, una fotografía protagonizada por Yves Klein y realizada por Harry Shrunk y János Kender, en donde también nos deja entrever el tránsito sobre el abismo, un tránsito que no es necesariamente vertical, sino en una caída libre que sumerge sobre horizontes. Los precipicios y las cimas, imágenes que nos dejó el filósofo arbóreo también están presentes en un inicio que insinúa: “La ‘realidad’, como sabía Nietzsche, no existe. Es un diseño más o menos constante; impuesto por los poderes que dominan este planeta, poderes orientados hacia el dominio absoluto”. Velamientos que son orientaciones del estrechamiento epistémico, engaños de los dispositivos de control.

Surge entonces el planteamiento en el cual el autor se moverá y que no se debe perder de vista: “El poder es siempre relacional, no sustancial”. Y en “lo relacional” se encuentran las huellas que indican a quienes sostienen y forman los vínculos. Para el desvelamiento, el autor se pregunta y, con ello, nos invita a caminar junto a él: “¿Cómo se trenzan, hoy, las relaciones de poder; en dónde prolongan sus líneas los poderes capitalistas postindustriales y en dónde inauguran nuevos ordenamientos? […] ¿Cómo se genera la adicción al control? ¿Cómo funcionan los dispositivos de control y hacia qué nebulosas de configuración apuntan?”.

El libro se divide en cinco secciones, así la mudanza de los poderes se sostiene en cinco autores: Ernst Jünger, Michel Foucault, William Burroughs, Paul Virilio y Gilles Deleuze. Quizá los más bellos apartados surgen a partir de los literatos Jünger y Burroughs, mientras que los más sugerentes son entre Foucault y Deleuze, sin demeritar la creatividad de Virilio. En palabras de Gallardo Cabrera: “Burroughs equiparaba el poder de intrusión del biocontrol con el de un virus”, un asunto que es actual en las reconformaciones del bipoder; en Jünger se “observaba cómo la legalidad modificada del sentido instrumental del poder aspiraba a instaurar ‘una especie nueva de vida’”, lo cual también es algo que nos empuja a revisar los libros de Jünger, ya no sólo como un texto literario, sino como un planteamiento filosófico en la configuración de un armazón planetario de la técnica.

«Un homme dans L’espace». Harry Shrunk. Dimanche (1960).

En cuanto a los filósofos, hay también una mirada poco tratada desde la academia, por supuesto es Foucault el que crea las inflexiones para pensar las relaciones de poder, pero como indica Gallardo: “observa que la nueva articulación de los poderes no sólo organiza la vida, puede hacerla proliferar, fabricar lo viviente, producir virus incontrolables y universalmente destructores”, pues, como indica el autor, en la gubernamentalidad foucaultiana el poder es un modo de conducción de subjetividades y una lucha de relaciones. Así, sigue la línea creativa en Virilio, quien pensó en el mundo interconectado por las tecnologías: “se trata del amanecer de la inercia polar, del encierro en medios abiertos, ligado a la colonización de la intraestructura de los cuerpos animales”, con ello entender las sociedades de control. Finalmente, con Deleuze se “muestra que el control significa la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación”.

En esta segunda edición hay una revisión hecha por el mismo autor y una ampliación con un ensayo adicional. En el libro, la mudanza de los poderes es el centro de atención, pero no podemos pasar de lado los signos que el filósofo nos deja para la creación de los espacios de resistencia y las posibilidades más allá de los ejercicios del poder conocidos.

Ana Matías Rendón
Ana Matías Rendón

Sin lugar de origen ni destino. Escritora. Es hacedora de imágenes con las palabras; Ghostwriter, para ganarse la vida y filósofa, porque no le queda de otra. Blog personal: https://anamatiasrendon.wordpress.com/

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